lunes, octubre 09, 2006



Había sido advertida por Faust que su prisión era de alta seguridad, una de las más estrictas de Noruega, pero las flores y el césped verde que rodea el edificio hacen que parezca un hospital mental.Como todo en Noruega, la prisión está limpia y arreglada. Una alegre guardia femenina me conduce a un detector de metales; y me pregunta agradablemente si dejo mi bolsa en un armario cerca de una caja de cristal que exhibe las máscaras de cerámica hechas por los internos, con formas torcidas combinando cólera y desesperación.
Faust se introduce a través de la puerta del cuarto de las visitas con la intensidad de una mosca que finalmente puede escapar de su jaula de cristal, viste de camuflaje, gris y blanco, para mezclarse con los bosques en invierno. Incluso con sus amplios hombros,
Faust tiene el mismo contacto infantil con la realidad que noté en Hellhammer, pero su naturaleza no es tan buena, es más como los pequeños muchachos crueles del Señor de las Moscas. Oscilando su silla hacia atrás contra la pared de cemento, él me cuenta cómo le ha fascinado siempre el asesinato, coleccionando libros, revistas, y camisetas referentes a asesinos en serie."
Cuando Faust se movió desde su aldea pequeña para trabajar en el Infierno, su interés por la violencia se intensificó. Él comenzó a crear un universo moral entero basado en los preceptos del black metal. "Comencé a pensar en macro y micro-cosmos y comparaba la vida humana al polvo en un planeta remoto en una galaxia remota en el centro de en ninguna parte. Hice la vida humana sin valor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

quien eres?
como demonios sabes la manera en que pienso...como sea...si deseas conocerme no tengo problema aunque no entiendo...en fin gracias...creo

Anónimo dijo...

Interesante lo del blog...me quede pensando en lo que posteo y me parece raro =) como sea q estes bien